Disruptores endocrinos y piel.
Conoce al autor
Dra. Fátima Agüero
Médica Dermatóloga. Prof. Asistente - Catedra de Dermatología - Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Asunción. Becaria de Perfeccionamiento en Dermatología estética y laser, Hospital Italiano de Buenos Aires - Argentina. Directora Médica de Dermalaser Paraguay. Past President Sociedad Paraguaya de Restauración Capilar. Presidenta de la Sociedad Paraguaya de Dermatología. Secretaria de Comunicación. RADLA 2021. Miembro de la Academia Americana de Dermatología, del Colegio Ibero latinoamericano de Dermatología, entre otras Sociedades Científicas de prestigio.
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Hoy se habla mucho de disruptores endocrinos (DE) , químicos capaces de interferir con el sistema hormonal incluso en dosis bajas.
Aunque solemos asociarlos con fertilidad o metabolismo, en los últimos años surgieron investigaciones que demuestran que también impactan directamente en la piel: su barrera protectora, inflamación, envejecimiento y hasta en enfermedades cutáneas crónicas.
Veamos qué son, cómo actúan y cuáles son algunas estrategias para reducir su exposición y proteger nuestra piel.
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Son sustancias presentes en plásticos, cosméticos, alimentos y el ambiente, capaces de imitar, bloquear o alterar hormonas como estrógenos, andrógenos, cortisol y hormonas tiroideas.
Los más estudiados son:
• Bisfenol A (BPA) y bisfenoles análogos
• Ftalatos (presentes en fragancias, PVC, esmaltes)
• Parabenos
• Algunos filtros UV químicos específicos (ej. benzofenona-3)
• PFAS (perfluoroalquilados)
• Pesticidas (como organoclorados)
Cómo afectan los disruptores endocrinos a la piel:
Estos pueden producir:
- Inflamación crónica y estrés oxidativo: Varios DE como el BPA activan vías proinflamatorias como NF-κB y aumentan la carga de radicales libres, favoreciendo el envejecimiento prematuro, pérdida de luminosidad, inflamación crónica subclínica.
- Alteración de la barrera cutánea:
La barrera cutánea depende de lípidos, ceramidas y proteínas como filagrina. Algunos disruptores reducen la expresión de genes claves (FLG, LOR, involucrina), favoreciendo una piel más sensible, más tendencia a dermatitis, deshidratación ( los ftalatos y parabenos se asociaron a mayor pérdida transepidermica dermatitis agua ( TEWL))
- Impacto sobre el acné: Al alterar vías androgénicas e IGF-1, ciertos DE como los parabenos y benzofenonas, pueden estimular mayor producción sebácea, inflamación de unidad pilosebácea y brotes más persistentes.
- Envejecimiento cutáneo hormonal (“endocrine-aging”): Similar al envejecimiento de la menopausia, los DE impactan receptores hormonales en fibroblastos, reduciendo: la síntesis de colágeno tipo I y elastina, el grosor dérmico.
- Asociación con enfermedades cutáneas: Cada vez hay más evidencia que relaciona DE con dermatitis atópica, psoriasis, acné, hiperpigmentación, alteraciones de cicatrización.
¿Dónde se encuentran los disruptores endocrinos?
Cosmética
• perfumes y fragancias
• esmaltes y removedores
• algunos protectores solares químicos específicos ( NO en todos)
• productos con parabenos
• envases plásticos de baja calidad que liberan BPA
Hogar
• alimentos enlatados
• botellas y tuppers plásticos
• tapizados y alfombras con PFAS
• insecticidas y pesticidas domésticos
Ambiente
• agua contaminada
• aire contaminado
• microplásticos
Cómo reducir la exposición sin obsesionarse
- Preferir productos “fragrance-free” para el uso diario
- Evitar calentar comida en plásticos
- Elegir protectores solares con filtros minerales (ZnO/TiO₂) o aquellos libres de disruptores endocrinos ( fijarse en la etiqueta)
- Preferir envases de vidrio
- Buscar cosmética con certificaciones o sin parabenos y sin ftalatos
- Consumir alimentos frescos (menos procesados y enlatados)
- Mantener ventilación del hogar
- Beber agua filtrada si es posible
Y en tratamientos estéticos por qué importa?
Porque reducir la exposición a DE puede disminuir las respuestas inflamatorias exageradas, acelerar los procesos de cicatrización y recuperación de la piel post tratamientos agresivos como peelings con láser y potenciar la respuesta a bioestimuladores, skinboosters, retinoides, tratamientos de rosácea y dermatitis.
Un cuerpo con menor carga inflamatoria responde mejor, cicatriza mejor y mantiene resultados más duraderos.
Conclusión
Los disruptores endocrinos no son un concepto abstracto: están presentes en nuestra vida diaria y sí afectan la piel.
La buena noticia es que, con información clara y pequeños cambios, podemos reducir su impacto si bien resulta imposible retirarlos de nuestra vida por completo.
Un dermatólogo puede acompañarte en el proceso de reforzar la barrera cutánea, disminuir inflamación y sostener una piel sana y luminosa en todas las etapas de tu vida.
Bibliografía
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