HIPERHIDROSIS AXILAR

HIPERHIDROSIS AXILAR
HIPERHIDROSIS AXILAR 
 
¿Qué es la hiperhidrosis axilar? 
 
Es un termino que se utiliza para describir el aumento  de la sudoración a nivel de las axilas como resultado de un incremento en la secreción de las glándulas sudoríparas a ese nivel. 
 
Este aumento de la sudoración suele deberse a una hiperactividad  de estas glándulas por un estímulo nervioso desencadenado  por situaciones de ansiedad, tensión emocional o estrés, por la acción de sustancias farmacológicas o por motivos térmicos.
Muchas personas experimentan lo mismo en otras zonas corporales como palmas de manos, plantas de pies, rostro y cuero cabelludo mientras que la mayoría solo se limita a experimentarlo en 1 zona específica y en cualquiera de los casos puede ser leve o convertirse en un verdadero problema que genera  incapacidad laboral y social ya que el sudor puede empapar la ropa, gotear y mojar el suelo, restringir severamente el vestuario o la frecuencia de cambio de este, ademas de complicarse con maceración y mayor tendencia a infecciones de la zona, olor desagradable ( bromhidrosis). Afecta a cerca de un 1% de la población y en casi la mitad de los casos es hereditario.
 
¿Cuáles son las causas de hiperhidrosis?
 
La causa mas frecuente de la hiperhidrosis es la llamada esencial, en la que el  estímulo térmico y emocional  ( nervioso/ansioso) desencadena la respuesta colinérgica (sistema nervioso simpático) de las glándulas sudoríparas ocasionando ese exceso de sudoración:  hablar en público, la incomodidad al  ser observado, la presencia de otras personas, miedo a diversas situaciones e, incluso, el saber que uno va a sudar. 
 
No obstante, también puede ser el signo de otras enfermedades sistémicas ( algunos tipos de tumores, enfermedades infecciosas o endocrinológicas como problemas de tiroides o diabetes) o  estar provocada por algunas medicaciones, es por ello que es fundamental la consulta con el dermatólogo para establecer la causa real de la hiperhidrosis antes de limitarnos a tan solo tratarla. 
 
Tratamiento de la hiperhidrosis axilar: 
 
Descartando las causas sistémicas que deben ser tratadas en forma específica,  para la hiperhidrosis esencial que es la mas común y frecuente,  existen varias opciones desde aquellas sencillas hasta las mas agresivas y se recomienda además del tratamiento local, dar un enfoque holístico, buscando ayuda en el manejo de las situaciones de estres y ansiedad. 
 
Tratamientos tópicos: 
 
Existen antitranspirantes de venta libre y formulaciones magistrales a base de  bromuro de glicopirronio,  el cloruro de aluminio, el glutaraldheído o el ácido salicílico. El mecanismo de actuación es la oclusión del conducto de las glándulas sudoríparas. Se deben aplicar por la noche y con la piel seca y lo ideal es usarlos al menos por un mes antes de calificar su efectividad, el inconveniente que tienen es que pueden llegar a irritar la piel de la zona. 
La acción de estos puede ser potenciada con algunos medicamentos via oral con efecto ansiolítico y otros con efecto anticolinérgico , teniendo que valorar el costo/beneficio de ingerirlos según cada paciente. 
 
Toxina botulínica
 
Indicada para determinados casos de sudoración intensa que no ceden con el tratamiento tópico.
En este caso, administramos la toxina botulínica a través de microinyecciones en la zona para producir  un bloqueo selectivo en la acción de la acetilcolina sobre las glándulas ecrinas, disminuyendo la producción de sudor, previa realización de un test que  mide la intensidad del mismo para  demarcar correctamente el area mas afectada. La efectividad y duración del resultado depende del tipo de toxina utilizada, la dosis y concentración, siendo en manos experimentadas, un procedimiento rápido, muy bien tolerado y con excelentes resultados que se debe repetir cada 8-12 meses o cuando la intensidad del sudor vuelve a ser una molestia. 
Frecuentemente me consultan acerca de la “seguridad” del uso en dicha zona: la toxina botulínica no se acumula ni deja “residuos”, solo frena la producción de sudor excesivo  en la zona específica donde es aplicada sin ejercer otro efecto a nivel axilar ni en otros órganos cercanos, asi que no existen  razones para temer este procedimiento. 
 
Otras alternativas incluyen: 
 
-Sesiones de radiofrecuencia  fraccionada: la radiofrecuencia, por calentamiento, va a disminuir la capacidad de producción de sudor por parte de las glándulas sudoríparas, y en parte destruirlas, se necesitan varias sesiones para alcanzar un buen resultado.
 
-Tratamiento con microondas: existe un dispositivo portátil que emite energía de microondas para destruir las glándulas sudoríparas en las axilas. Los tratamientos comprenden dos sesiones de 20 a 30 minutos, con tres meses de diferencia. Los posibles efectos secundarios son un cambio en la sensación de la piel y cierta molestia. Se desconocen los efectos secundarios a largo plazo.
 
-Curetaje y lipoaspiracion axilar: implica la remoción del tejido graso de esta zona y el curetaje o raspado de la piel para conseguir la  destrucción de las glándulas sudoríparas que se encuentran allí, es un tratamiento más invasivo y que requiere ciertos cuidados por lo que debe ser realizado por cirujanos plásticos entrenados en él, y con una sesion suele ser suficiente para obtener el resultado permanente. 
 
- Simpatectomía o “corte” del nervio: es un procedimiento mucho más agresivo, reservado para casos muy graves, en el que se corta el nervio que se encarga de desencadenar la sudoración a ese nivel, debe ser realizado por un  cirujano torácico bajo anestesia general y el resultado es permanente. 
Estos procedimientos quirúrgicos tienen una mayor tasa de efectos adversos como la posibilidad de una hiperhidrosis compensatoria: es decir, el paciente puede desarrollar hiperhidrosis en una zona nueva en la que no sudaba anteriormente. 
 
Como pueden ver, la hiperhidrosis puede ser mas compleja de lo que parece, sobretodo en los casos mas graves, en los que llega a provocar discapacidad laboral y social. Hoy   existen varias alternativas terapéuticas a ser tenidas en cuenta según cada paciente, y el tratamiento adecuado es esencial para mejorar la calidad de vida del mismo, así que no duden en consultar con su dermatólogo al respecto.