Son molestas manchas en la piel del rostro, generalmente de las mejillas, frente y labio superior , más frecuentes en mujeres en edad fértil, que empeoran con el embarazo y en el verano pero que a diferencia de otras lesiones pigmentarias, no mejoran o desaparecen en invierno o al cesar la exposición al sol.
Realmente es algo mucho más complejo que esto, y aunque su causa no está del todo dilucidada, se trata de una afección de piel que denota una inflamación crónica que estimula una interacción exagerada entra varias células de nuestra piel que termina ocasionando un aumento de color ( manchas superficiales y profundas), aumento de la vascularización ( vasos sanguíneos dilatados), aumento de la elastosis ( signo de envejecimiento en la dermis) y una inflamación permanente que la hace crónica y recividante.
Cuál es la causa?
Existe una franca predisposición genética, factores hormonales ( hormonas femeninas, anticonceptivos y embarazo), la exposición a la radiación ultravioleta, luz visible e infrarroja, el estrés y otros factores
Tratamiento
El tratamiento es bastante complejo e implica una serie conductas básicas y otras alternativas que las potencian:
1. El uso de protectores solares con FPS 50, de amplio espectro ( que protejan contra la radiación ultravioleta A y B, la luz visible y la radiación infrarroja) en forma diaria y cada 3 hs es fundamental. Hay que tener en cuenta que exposición solar de cualquier parte del cuerpo va a activar el melasma facial aunque el rostro esté cubierto.
2. Antioxidantes: el estrés oxidativo juega un papel importante en el melasma, la ingesta de antioxidantes con propiedades antiinflamatorias y despigmentantes y la aplicación de ellos en la piel es sumamente importante en el tratamiento.
3. Agentes despigmentantes: su aplicación en forma de serums, geles o cremas también debe integrar el esquema de tratamiento, existen varias opciones en el mercado, la elección de cuál de ellos y la frecuencia de uso dependerá de la indicación dermatológica según cada paciente. Su combinación con regeneradores cutáneos como los retinoides o ácido glicólico potencia los efectos.
4. Peelings químicos: ayudan a aclarar el color y mejorar la calidad de la piel, pero no pueden mejorar las alteraciones de los vasculares . Existen varias opciones de peelings a base de retinoides, alfahidroxiacidos y despigmentantes, la consigna es no inflamar e ir atenuando las manchas lentamente. Esquemas de tratamiento específicos para melasma como el Cosmelan®️son los que mejor resultado dan.
5. Microneedling: crea pequeñas aberturas en la superficie de la piel , lo cual potencia la penetración de sustancias en ella, es útil para introducir despigmentantes y potenciar su efecto, además de mejorar la elastosis de la piel.
6. Laser: junto con los despigmentantes son una de las mejores alternativas. La combinación de laser vascular o IPL para mejorar la alteración de los vasos sanguíneos y laser Qs para aclarar el pigmento superficial y profundo y mejorar la calidad de piel dan óptimos resultados en la gran mayoría de los pacientes.
7. Tratamientos que mejoren la calidad de la piel como bioestimulantes inyectables u otras tecnologías que combatan la flaccidez van a potenciar el resultado ya que combaten la elastosis presente, una de las responsables de las recividas.
Por lo general se requieren de varias sesiones de tratamiento que se van realizando quincenal o mensualmente y es importante recalcar que ciertas conductas van a ser necesarias para mantener los buenos resultados una vez que los obtengamos, como el uso de protectores solares, antioxidantes y despigmentantes ( que van a ir cambiando según cada caso y época del año).
Para el éxito del tratamiento es importante la constancia y disciplina así como ponerte en manos de dermatólogos calificados para trazar juntos la mejor opción terapéutica para cada uno.